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sábado, 10 de noviembre de 2012

La sabiduría del genio HUMBERTO FERNÁNDEZ MORÁN



Sabio Humberto Fernández Morán
(Maracaibo,  19/02/1924- Estocolmo, 17/03/1999)

Humberto Fernández-Morán trabajando en elmicroscopio
electrónico
 del IVIC en la década de los años 1950.

         El 19 de febrero de 1924, en tiempos de la dictadura del general Juan Vicente Gómez, nació en el Hospital Chiquinquirá, en Maracaibo, HUMBERTO FERNANDEZ MORAN, hijo de Luis Fernández Morán y de Elena Villalobos. Estaba comenzando la explotación petrolera y había gran actividad comercial y cultural.
En 1929, por desavenencias con el gobierno de Gómez, la familia Fernández Morán se mudó a los Estados Unidos. En Nueva York, estudió el sabio zuliano la primaria, en la Wiitt Junior High School hasta el año 1936, cuando regresaron a Maracaibo, después del fallecimiento del General Juan Vicente Gómez en diciembre del año 1935.
         Criado en La Cañada, Fernández Morán estudió en el Colegio Alemán. El año 1937, Luis Fernández Morán envió a su hijo Humberto, de 13 años, a estudiar en Alemania, en un liceo Monástico-Militar en un pueblecito llamado Saldfelds enclavado en las montañas de Turingia. Allí era difícil la adaptación, pero el joven relataría cómo su padre, con quien mantenía una intensa correspondencia, le daba ánimos para soportar la soledad y la lejanía de su familia.
         A los 15 año (1939) el joven Fernández Morán se fue a la Universidad de Munich para estudiar Medicina. Ese mismo año comenzó la segunda guerra mundial y, para todos, la situación se puso difícil en Alemania.
En Berlín, Heisemberg dirigía el Instituto Kaiser Wilhelm e intentaba fisionar los átomos; y en los Estados Unidos, Enrico Fermi, premio Nobel de Física del año 1938, había descubierto que bombardeando átomos de Uranio con neutrones libres se podía obtener Plutonio y se gestaba, en diversos laboratorios, el llamado “Proyecto Manhattan”, que desembocaría en la creación de la bomba atómica.

Summa Cum Laude

En 1944 Humberto Fernández Morán recibió en la Escuela de Medicina de la Universidad de Munich, a la edad de 20 años, a la espera de un ataque aéreo y de manos de un rector “austero y enlutado”, el título de doctor en Medicina Summa Cum Laude. Un año después, en 1945, finalizada la guerra en Europa y el joven regresó a su tierra, para el 4 de julio de ese mismo año revalidar su título de Médico Summa Cum Laude en la Universidad Central de Venezuela.
En Maracaibo trabajó en el hospital Psiquiátrico, donde hacía leucotomías e inyecciones en los lóbulos prefrontales por vía transorbitaria en 25 pacientes, estudio publicado en el Volumen 4 de la Revista Archivos de la Sociedad Venezolana de ORL, Oftalmología y Neurología en 1946. Al finalizar ese año se fue a Washington para estudiar Neurología y Neuropatología con el Profesor Walter Freeman.
A mediados de 1946, en la Universidad de Princeton, conoció a ALBERT EINSTEIN, quien le recomendó al joven venezolano de 22 años que estudiara en Suecia. Así, desde 1946, el joven Humberto estaría en el Instituto Karolinska trabajando con el profesor Tobjorn Caspersson; y en el hospital Serafirmerlasseratet con el profesor Heberto Olivercrona.
Allí obtuvo pronto la Licenciatura en Biofísica y una Maestría en Biología Celular y Genética, para graduarse de PhD en Biofísica de la Universidad de Estocolmo en 1951, cuando ya era Profesor Asociado del Instituto Karolinska, y condecorado al año siguiente, 1952, con la Orden de “Caballero de la Estrella Polar” por el Rey Gustavo Adolfo de Suecia.   
         Para esa época, le escribiría a su amigo, Matos Romero:  “…continuaré desafiando el destino y buscando lo que me pertenece, que es mi patria”.
* En 1953, regresó a Venezuela y el 27 de mayo se incorporó a la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
*El 25 de abril del año 1954, en Los Altos de Pipe, en el Estado Miranda, fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), hoy Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), con más de 70 laboratorios de investigación proyectados para 27 edificios que ya el año siguiente, en 1955, estaban construidos
* En 1956 se instaló el Reactor Nuclear, un avance en Latinoamérica que atrajo hasta Venezuela al año siguiente, bajo el auspicio de la Fundación Nóbel y la Sociedad Internacional de Neurología y Neurociencias, a muchos grandes científicos del mundo, varios premios Nobel entre ellos.
El doctor Fernández Morán fue ministro del gobierno de Educación del gobierno de Marcos Pérez Jiménez y eso marcó su vida para siempre, puesto que nunca se le perdonó que participara de un régimen dictatorial. Llegó al gobierno cuando éste se tambaleaba y apenas pudo ejercer su cargo 12 días, porque enseguida vino la caída de MPJ.
Durante éstos el notable científico sufrió burlas hasta de los alumnos de bachillerato.  El 16 de enero de 1958, Fernández Morán se dirigió a los jóvenes para decirles:
“Vivimos en la era atómica y de la conquista del espacio; ésta no es una hipótesis si no una realidad que absorbe la atención de todos los pueblos…La consigna para nuestra juventud es categórica; prepararse mediante el adiestramiento adecuado para cumplir su misión en nuestra era.”  Los alumnos no le entendieron el lenguaje y se burlaron de él.
      Fernández Morán debió irse de Venezuela: “…entre los insultos de un pueblo que no sabía de su valor y la envidia de los que si saben…”, apuntó el doctor Jorge García Tamayo, en un escrito sobre la trayectoria del sabio zuliano.

El genio infante

El zuliano manifestó sus dotes de genio desde pequeño. Hablaba más de catorce idiomas y a los 12 años echó a andar una máquina que estaba dañada, con tan solo interpretar los planos diseñados y escritos en alemán. Con ello puso de manifiesto su genialidad y dejó asombrados a sus vecinos, adultos y niños.

El “brujo de Pipe”

Como quedó escrito arriba, la historia venezolana no le perdona a HUMBERTO FERNANDEZ MORAN que aceptara ser ministro de Educación de Marcos Pérez Jiménez, cargo que ejerció 11 días, pues enseguida cayó el régimen del ex presidente de facto.
         El vínculo entre el dictador y el zuliano fue lo que motivó al genio zuliano a regresar al país y fundar en 1954 el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (Ivnic), en Altos de Pipe, estado Miranda, con el propósito de concentrar los más recientes avances en microscopia electrónica al estudio del cerebro. Allí instaló la Biblioteca Científica de Latinoamérica y el primer reactor nuclear del país, primero en Latinoamérica, hoy en desuso.
         Se le critica a Fernández Morán el haber incorporado sólo a un venezolano a su equipo del Ivnic, el doctor Marcel Roche, habiendo en aquella época eminentes científicos de nuestro país.
         Al genio HUMBERTO FERNANDEZ MORAN se le acusó de no haber hecho ningún aporte al desarrollo científico de Venezuela y al comparársele con los científicos Jacinto Convit y su paisano zuliano Américo Negrete, el sabio Fernández Morán pierde en esa comparación.
Sus críticos recalcan que “el primero inventó la vacuna contra la lepra en tiempos en que esa enfermedad era causal del prejuicio más arraigado dentro de la sociedad criolla; el segundo hizo las primeras descripciones de la encefalitis equina venezolana, así como también las primeras monografías sobre Corea de Huntington (mal de San Vito), considerando que la Costa Occidental del Lago es el lugar con mayor concentración de este mal en el planeta”.
Los estudiantes de la UCV tomaron su designación como motivo de burla y en pleno centro de Caracas, soltaron a un burro con un cartel que decía: “Ministro de Educación”.
Independientemente de esos juicios, el hecho cierto es que este científico venezolano es más reconocido en el mundo que en su propio país.
        
Aportes de Fernández M. a la ciencia venezolana

Hay quienes afirman que HUMBERTO FERNÁNDEZ MORÁN “tampoco realizó un aporte particular a la comunidad científica nacional, algo que sí hicieron eminencias como Jacinto Convit y el zuliano Américo Negrette”. Veamos qué hizo el genio zuliano:

*El 25 de abril del año 1954, en Los Altos de Pipe, en el Estado Miranda, fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), hoy Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), con más de 70 laboratorios de investigación proyectados para 27 edificios que el año siguiente, en 1955, estaban construidos
* En 1956 se instaló el Reactor Nuclear, invento de Humberto  Fernández Morán, que fue un avance en Latinoamérica que atrajo hasta Venezuela al año siguiente, bajo el auspicio de la Fundación Nobel y la Sociedad Internacional de Neurología y Neurociencias, a muchos grandes científicos del mundo.
* Creó en el Ivnic la Biblioteca Científica de Latinoamérica
* Inventó  e instaló en este Instituto el primer reactor nuclear del país, hoy en desuso.
 * Fundó la Catedra de Biofísica en la UCV
 * Trajo a Venezuela técnicos extranjeros para “la imprescindible función pedagógica y docente”.  Esto se le criticó como un supuesto “favoritismo hacia científicos extranjeros”.
         “Falso (el favoritismo hacia científicos extranjeros). Todo lo contrario. Lo que me animó a venir a Venezuela y fundar ‘Pipe’ fue precisamente dárselo a los venezolanos, lo cual no impide decir que nos iniciamos con técnicos extranjeros para la imprescindible función pedagógica y docente”, aclaró el científico venezolano al periodista Lorenzo Batallán en El Nacional, en una entrevista publicada el 21 de junio de 1968.
* Contribuyó además al desarrollo del microscopio electrónico y fue la primera persona en introducir el concepto de crioultramicrotomía.
*Trabajó en el área de criosmicroscopía electrónica, en el uso de lentes superconductores y helio líquido en los microscopios electrónicos.
* Ayudó en la mejora de los ultramicrotomos.
    Todos estos grandes aportes a la ciencia universal se reconocen y usan en el exterior          
Aportes a la ciencia mundial

A pesar de los grandes conocimientos e inventos que Fernández Morán aportó al desarrollo de la ciencia mundial, al científico zuliano igualmente se le negó en vida el Premio Nobel. “Nadie duda de que lo merecía. Logros como la invención de la cuchilla de diamante (bisturí) lo demuestran”, dijeron en Venezuela quienes no le reconocieron su contribución destacada al desarrollo de la ciencia venezolana y a la ciencia universal.
* Inventó el BISTURÍ DE DIAMANTE
* Creó la BIBLIOTECA CIENTÍFICA DE LATINOAMÉRICA, con sede en Venezuela. 
* Realizó investigaciones avanzadas en diversas disciplinas médicas
* Hizo investigaciones con el microscopio electrónico
* Realizó avanzadas investigaciones sobre el cerebro
* Creó los Laboratorios de Microscopía Electrónica del Instituto Tecnológico de Massachussets y del Instituto Fermi en la Universidad de Chicago (EE.UU),  lo llevaron a estar entre grandes figuras de talla internacional y ser merecedor de importantes reconocimientos, entre los que destaca el Premio Honor y deber.
* En 1955 patentó el cuchillo de diamante
*En 1959 contribuyó al uso de la criofijación y técnicas de preparación de baja temperatura usando helio II, aplicándolas al estudio de la ultraestructura de tejidos.
*Asimismo, hizo importantes contribuciones al conocimiento de la estructura del nervio.
*En 1960 propuso por vez primera observar directamente muestras hidratadas congeladas (“frozen-hydrated”), construyendo el primer crio-microscopio electrónico y el primer crio-portamuestra, con lo que introdujo el concepto de crio-microscopía electrónica, siendo considerado por la Universidad de Harvard en la lista de los 100 estudiosos que más aportaron al desarrollo cientifico del siglo pasado.
* En 1970 fue contratado por la NASA para trabajar en el proyecto Apolo en el campo del análisis fisicoquímico de las rocas lunares.
* El Dr. Morán expuso en el I Congreso Venezolano y Latinoamericano de Neurociencias (Maracaibo 1979) los avances en las investigaciones sobre la organización molecular de membranas celulares analizadas con la técnica propuesta.
*En 1998 el IVIC creó el Centro de Biología Estructural Humberto Fernández-Morán con el objetivo de interpretar los fenómenos biológicos a un nivel molecular mediante un amplio rango de estudios de la estructura de proteínas, ácidos nucleicos, membranas, organelos y virus utilizando técnicas como la crio-microscopia electrónica, el procesamiento digital de imágenes, la resonancia magnética nuclear, la difracción de rayos-X de pequeño ángulo y la cristalografía de rayos-X.
  
Reconocimientos (Todos fuera de Venezuela):

* Recibió en 1967 el Premio John Scott, galardón que sólo había sido otorgado antes a Tomás Alva Edison, Marie Curie, Edward Salk, Thomas Fleming y John Gibbon.
 * La Universidad de Harvard lo incluyó en la lista de los 100 estudiosos que más aportaron al desarrollo científico del siglo pasado, en reconocimiento a sus inventos la construcción del primer crio-microscopio electrónico y el primer crio-portamuestra, con lo que introdujo el concepto de crio-microscopía electrónica.
  Fue galardonado con las mas altas condecoraciones extranjeras, como:
 * Orden y título de caballero de la estrella Polar conferida por el Rey de Suecia.
* Medalla Claude Bernard, de la Universidad de Montreal.
* Premio médico del año otorgado en Cambridge.
*Reconocimiento especial por la NASA con motivo del décimo aniversario del Programa Apolo.
* El doctor Fernández Morán carece de reconocimientos en su país Venezuela.


En el banquillo de los acusados

        Antes de salir del país, Fernández Morán revalidó el título de Médico otorgado por la Universidad de Munich en 1944 y se dedicó al campo de la neuropsiquiatría, convirtiéndose en pionero de una técnica llamada “lobotomía” para corregir trastornos mentales y reducir las posibilidades de ataques de epilepsia.
         A él se le atribuyen las primeras 25 lobotomías frontales practicadas en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo. Un trabajo científico de aquella época lo avala.
Pero la historia tampoco se reconcilia con el sabio zuliano en esta materia. La lobotomía consiste en la destrucción parcial o total de los lóbulos frontales del cerebro, taladrando un pequeño orificio por el lóbulo ocular y rompiendo la masa encefálica frontal con una espátula.
         No se sabe si, en efecto, esos pacientes lograron curarse o si sobrevivieron a tal procedimiento, independientemente del grado de operatividad de sus cerebros. El propio Fernández Morán reconoció, tiempo después, que ésta no era una práctica éticamente aceptable.
         Posteriormente, la comunidad científica mundial consideró a la lobotomía como una barbarie. La última vez que se practicó una legalmente fue en 1965. Fue sustituida por los antipsicóticos y técnicas menos invasivas del cerebro.

Venezuela en deuda con Fernández Morán

         Humberto Fernández Morán tuvo que irse de Venezuela, porque los políticos de entonces y los fanáticos de la politiquería lo llevaron exilarse y a morir lejos de Venezuela.  Lo obligaron también a vivir trágicamente, incluso después de su muerte. Quienes no tenían autoridad para juzgarlo no le perdonaron que fuera ministro de Educación del gobierno del general Marcos Pérez Jiménez.
Ha sido tanta la mezquindad con el sabio zuliano que hasta su legado a la ciencia venezolana se rechazó en Venezuela.
“Lo que ocurrió después de su muerte, con sus pertenencias, manuscritos, trabajos inéditos y hasta microscopios electrónicos legados por él a su querida patria Venezuela es también una tragedia”, asentaron sus biográficos, periodistas y otros en diversos medios.
* Su herencia fue rechazada sistemáticamente, porque nadie quería hacerse cargo de los costos del traslado, hasta que por fin pudieron llegar sus bienes a manos de la Universidad del Zulia.
* La verdadera historia es insólita. Estuvieron olvidados en unos “containers” en la Aduana de Maracaibo, expuestos al sol y la lluvia durante meses, escribió el doctor Jorge García Tamayo, antes citado.
* En la actualidad, “en la Universidad del Zulia, se intenta recuperar parte de la malquerida herencia del sabio, deteriorada por la indiferencia de sus conciudadanos. Es algo ciertamente triste, pero, quisiera creer que sus palabras podrán, de alguna manera servir para mitigar el dolor de lo pasado y para que nunca más olvidemos las crueles realidades de nuestra historia”, reseñó la prensa zuliana.
El cuerpo del doctor Humberto Fernández-Morán fue cremado y sus cenizas descansan hoy en su segundo hogar, Estocolmo (Suecia). Otro gran venezolano que muere extrañado de su patria. Sería cuestión de hacer una lista de cuántos de los venezolanos que más gloria le han dado y más han hecho por Venezuela han muerto fuera de sus fronteras y sus restos han sido enterrados en lugares que, en muchos casos, se desconoce.
La familia del sabio zuliano no pudo traer sus restos a Venezuela, como fue su último deseo. Cercana ya su muerte, se creó un movimiento que intentó traer al Dr. Fernández a Venezuela, pues era su deseo morir en su patria, pero este intento fue fallido ya que el gobierno del Presidente Chávez no estuvo de acuerdo por no ser de importancia para el momento.


Investigación y texto
Elba Romero López


2 comentarios:

  1. Simplemente un ser utópico para su epóca. Hacen falta varios venezolanos en este ámbito en estos tiempos.

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  2. El amor por el suelo que le sirvió de plataforma a sus primeras andanzas en el globo terraqueo fué de tal naturaleza que resulta inimaginable pensar que sus cenizas en la actualidad se encuentran en un antiguo cementerio de la ciudad de Maracaibo(Terruño natal) ,al lado de la tumba de su hermana, por disposición expresa a sus familiares vía testamentaria.Sin duda un amor poco conocido a sus raíces humanas y a su patria en este caleidoscopico mundo.

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