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martes, 27 de noviembre de 2012

Tradiciones: LLEGO PACHECO


     


CERROAVILA
(Ilan Chester)

Llegó el Pacheco” es una frase clásica del caraqueño y algunas zonas de la región central, asociada a la Navidad y el comienzo del frío del fin de año. Esta es la definición que hace Wikipedia de la temporada navideña caraqueña y de este personaje popular avileño que anualmente dicen que bajaba de Galipán a vender sus flores en el valle de Caracas.
Cuentan que el nombre “Pacheco” tiene su origen en un floricultor que, según la tradición, vivía en el Cerro el Ávila, la cordillera que separa el clima caraqueño del que tiene la costa al norte. En la época de Caracas “de los techos rojos”, cuando se la conocía como la Sultana del Ávila,  Antonio Pacheco bajaba de la montaña todos los diciembre, directo  a la Plaza Bolívar de Caracas huyendo del frío en su pueblo Galipán, en las montañas del Ávila.
Dicen que Pacheco “llegaba a Caracas por el Camino de los Españoles y entraba por la Puerta de Caracas, en La Pastora, vendía sus flores frente a la famosa Iglesia y descansaba de su difícil viaje, llegando a la Plaza Bolívar y al Mercado de las Flores de San José, que aún existen”.
En diciembre baja la temperatura y como Pacheco llegaba a Caracas durante la temporada decembrina, justo con el frío, la gente por asociación, estableció un vínculo entre el floricultor venido del cerro El Ávila y el clima gélido que caracteriza por esos días a la cosmopolita capital de Venezuela. Pero Pacheco no llegaba exactamente en diciembre, asomaba por este valle desde noviembre y se quedaba hasta enero.
Todavía lo hace así, aunque “Pacheco” como personaje tradicional tiende a desdibujarse en la memoria de los capitalinos de estos tiempos que corren, en los cuales además, ya casi ni quedan tradiciones.
A ese desdibujamiento de Pacheco ha venido contribuyendo el cambio climático de Caracas, acosado por las grandes construcciones, verdaderos monstruos de concreto, que tomaron los espacios verdes, cortaron árboles, espantaron a las aves que anidaban en las florestas y cortaron el libre paso de los vientos avileños y las corrientes de aire que antaño andaban libres metiéndose coladito hasta en los huesos de las parroquianos de entonces.
-Allí viene Pacheco,
-Bajó Pacheco
-Llegó Pacheco
Con estas frases se daban los “buenos días” los vecinos de Caracas, en la mañanita, de camino para el trabajo, bien abrigados todos ellos para taparse un poco y evitar que Pacheco hiciera estragos en sus huesitos o huesotes y huesototes, según se tratara de gente flaca o gorda; alta o baja.
De todas maneras, Pacheco se colaba entre abrigos mantuanos, romantones, abrigos de gente de alcurnia o no, paltós, mantillas, cobijas de lana, como las de los llaneros. Ricos y pobres le temían a aquel Pacheco de antaño. A todos les pegaba Pacheco: mantuanos, grandes cacaos, blancos, negros de orilla, pardos, salto atrás, catires, morenos, negros retintos, negros lavaos, a caciques, indios, españoles y canarios. Hasta al cura párroco se veía caminar por las calles caraqueñas con los brazos cruzados, como abrazándose él solito…
Pero, no hombre, no era nada de eso; era que estaba tratando de cubrirse de Pacheco. Así dicen que pasaba en aquellos lejanos tiempos del Pacheco viejo. (

FLORES DE GALIPAN
(Mr Semillas y senderos)
http://youtu.be/fefUAnkFj44

Los dientes de Pacheco

Hay otra versión sobre el origen del personaje Pacheco, que contó alguien en el portal http://nayemics.blogspot.com/2010/11/llego-pacheco.html que dejo aquí con las reservas del caso, porque yo no lo vi, ni siquiera había nacido.  Ni mucho menos, sabía que existía Caracas. Además, este testimonio tiene bastante de fantasía, corregida y aumentada.  En mi vida he sabido de dientes tan sonoros. Textualmente dice así:
“Pero se de otra versión (la cual no recuerdo si la leí o me la contaron)  que viene a ser casi la misma, con la única diferencia que el citado personaje cuando bajaba a Caracas desde Galipán, venía castañeteando los dientes con tal fuerza, que el sonido se escuchaba a una cuadra. O sea, el sonido llegaba primero que él. Y este castañeteo era lo que hacia decir a la gente "Por ahí viene Pacheco o Pacheco está llegando". Para mí, esta versión tiene más lógica y justifica la expresión. Por eso me quedo con ella. Por cierto, conseguí una foto inédita y el famoso personaje se parecía increíblemente al amigo JM”.
Hasta canciones, sonetos y otras diversas formas musicales ha inspirado Pacheco, el frío caraqueño. Veamos un ejemplo, inspiración de Blanca Arias De Caballero:

PACHECO PERSONAJE DECEMBRINO

§ Diciembre trae a pacheco.
pacheco es un personaje, 
personaje que deja frio
frio que busca cobija
cobija que arropa piel
piel que estaba muy helada
helada, estoy titirando
titirando que flojera
flojera y hoy hay trabajo
trabajo debo salir
salir ? si yo estoy temblando
temblando pido cafe
cafe ya me estoy quemando...

Todo el mundo se hace eco
eco que llego pacheco
Pacheco es un chuchumeco
chuchumeco de verdad
verdad que tiene mil anos
anos que hacen temblar
temblar de niebla y de frio
frio frio ay que frio
frio de navidad
navidad que tiene estrellas estrella que ha de brillar
brillar sobre mi chaleco...
chaleco, llego pacheco§

   
 Vistas (arriba y debajo) de una calle caraqueña y el cerro Galipán



CARACAS en Retrospectiva (1946)
Versos como éste se imprimían en las tarjetas de felicitación de Navidad ,que los caraqueños de entonces iban a comprar al Mercado de San jacinto :

El cielo tiene una estrella
Y el rosal tiene una flor,
Y el que carga la botella
Es el que bebe mejor.

Testimonios:

Llegó Pacheco

Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
  Una de las tantas frases típicas caraqueñas es ésta. Desde el siglo XIX esta expresión en el Valle de Caracas, predice que pronto comenzará el frío. Generalmente a finales de noviembre y principio de diciembre es cuando más se usaba, pero realmente es a finales de enero y la primera semana de febrero cuando más hace frío en nuestra ciudad, por lo menos desde mediados del siglo XX.
Para dilucidar quién era ese personaje que había logrado relacionar su nombre con la entrada del frío decembrino, Leoncio Martínez en su semanario humorístico Fantoches se le ocurrió hacer una encuesta con el propósito de encontrar el origen de ese nombre.
Leoncio seleccionó el relato que para él tenía más validez y credibilidad. Se comentaba de un veterano cultivador de flores de Galipan de nombre Antonio Pacheco, el cual al comenzar el frío bajaba regularmente desde el Avila a la capital, con un arreo de burros cargados de hermosísimas flores, para embellecer la ciudad, acompañado siempre de una copla que lo anunciaba en el camino, y así alegrar el espíritu festivo del caraqueño.
Pacheco, representaba en ese entonces a la naturaleza, que forzaba con sus espontáneas floraciones a abandonar su refugio, para volcar en la ciudad aquel amoroso mensajes de flores de Galipan; fue y sigue siendo el representante de una tradición que aún perdura en nuestra ciudad.
Aquiles Nazca encontró en la tradición de Pacheco y su bajada del Avila una fuente para muchos de sus trabajos literarios, de los cuales el más divulgado es: “Qué hubo Pacheco”.
Cuando en Caracas hace frío una gran mayoría decimos: Hace Pacheco o llegó Pacheco, según la época.
Gerónimo Alberto Yerena Cabrera.
Yerena.geronimo@gmail.com



Investigación y texto:
Elba Romero López

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